¿Es la moral propiedad privada de los creyentes?


Con frecuencia escuchamos hablar a uno u otro líder religioso o algún adepto de determinado credo, acerca de la moral como los propietarios del concepto o los únicos dueños de las acciones que definen o no a una persona socialmente como correcta o de buenos valores.
Entonces ¿por qué sentimos como NO creyentes que actuamos correctamente frente a determinadas situaciones?, ceder el puesto en el vehículo de transporte público a una persona en condiciones especiales, protestar contra el maltrato animal, sentir compasión por una persona en desgracia. ¿Es el concepto de moral, tan nuestro cómo lo es de cualquier creyente? ¿Existe un vínculo innegable entre religión y moral?

Analicemos definiciones de la palabra moral:
Diccionario de la real academia de la lengua española
“Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas desde el punto de vista de la bondad o la malicia”…Esta definición incluye indistintamente cualquier acción del ser humano sean buenas o malas.
“Que no corresponde al orden jurídico, sino al fuero interno o al respeto humano”…La exime de cualquier vinculación con la ley dándole carácter de apreciación de terceros en cuanto a los actos de determinada persona o de autocrítica.
Wikipedia:
“Son las normas por las que se rige la conducta del ser humano en concordancia con la sociedad y consigo mismo”… Comienza diciendo: “Son las normas por las que se rige” es decir que según su definición la moral es imperativa (Tú debes). Continúa diciendo: “la conducta del ser humano en concordancia con la sociedad”…Aquí advertimos que la moral no es absoluta, varía de acuerdo con los entornos geográfico y cultural. Es decir un acto permitido moralmente en un entorno cristiano, tal vez no lo sea en un entorno asiático budista o musulmán.
Otra definición
“La existencia de acciones y actividades susceptibles de valoración moral, se fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios”…La moral está vinculada exclusivamente con actos voluntarios.

Veamos ahora las raíces de la palabra:
“La palabra moral tiene su origen en el término latino mores, cuyo significado es costumbres, por lo tanto moral no acarrea de por si el concepto de malo o bueno” entonces me pregunto yo, ¿en qué momento terminó adquiriendo un carácter positivo o de normas deseadas?..Continúa: “se diferencia de la ética en que está última reflexiona racionalmente sobre las morales con la finalidad de encontrar principios racionales que determinen las acciones éticamente correctas y las acciones éticamente incorrectas”…De acuerdo con esto, la Ética y la Moral son dos conceptos totalmente diferentes. Si siguiéramos la definición inicial de cada concepto tendríamos que uno (la moral) se refiere a las acciones costumbres y actos que definen una cultura y el otro (la ética) es la disciplina que lo estudia y le da valores cualitativos.

Si dijimos antes que la palabra moral no acarrea de por sí el concepto de bueno o malo, ¿En qué momento se nos prostituyó? En cierto sentido estoy de acuerdo con Nietszche en que la moral se corrompe en el momento es que es vinculada con la voluntad de dios, el siguiente es un aparte de su libro el anticristo “La mentira del orden moral invadió todo el campo de la filosofía moderna ¿Qué significa el orden moral del mundo? Que hay, de una vez y para siempre, una voluntad de dios respecto de lo que el hombre debe hacer o dejar de hacer, que el valor de un pueblo, de un individuo, se mide por el grado de obediencia prestada a la voluntad divina; que en los destinos de un pueblo, de un individuo, se muestra como dominante la voluntad de dios”. Refiriéndonos particularmente al dios judeo-cristiano sabemos que la voluntad de dios se basa en el libro más contradictorio y ambiguo que se haya escrito jamás. Esta es para mí la razón de la perversión del concepto de moral, la voluntad de dios depende en cada época de la interpretación personal y conveniencias del rey, gobernador, regente, ministro, papa, sacerdote, o pastor de turno. Si este rejunte de contradicciones y estupideces es la base de la voluntad de dios y la moral del mundo depende de ella, con razón la moral es la hija pervertida de los padres de gran parte de la civilización moderna.

Apartes de “El anticristo” de Nietzsche “La voluntad de dios estaba fijada durante dilatado tiempo: La desgracia fue que el pueblo se alejó de ella…Ya Moisés había recibido la revelación de la voluntad de dios… ¿Qué sucedió? El sacerdote había formulado, con rigor y pedantería, de una vez para siempre, hasta los grandes y pequeños impuestos que se debían pagar, lo que quiere tener, lo que es voluntad de dios…Desde entonces todas las cosas de la vida quedaban reglamentadas de modo que el sacerdote era en todas partes indispensable, en todas las vicisitudes naturales de la vida, en el nacimiento, en el matrimonio, en las enfermedades, en la muerte, para no hablar del sacrificio, aparece el santo parásito para quitarles su carácter natural, o según su lenguaje, para santificarlas”. Vemos entonces como el iluminado de turno garantizaba su participación en la sociedad y se hacía imprescindible interpretando a su conveniencia la “voluntad de dios”. Lo que determina finalmente que el concepto de moral cambie su esencia por el ingreso de conceptos como el pecado, la tentación, etc. Nietzche en su libro Genealogía de la Moral, explica según su opinión, que el origen social de los conceptos “malo” y “bueno” son más una articulación de la conveniencia de quien ostentaba el poder…cito “El derecho del señor a dar nombres llega tan lejos que deberíamos permitirnos el concebir también el origen del lenguaje como una exteriorización del poder de los que dominan”, para luego concluir que la palabra bueno no está necesariamente ligada a acciones bondadosas, sino que más bien está ligada al concepto de útil o conveniente y apoya su tesis citando ejemplos de la transición de la palabra en varios idiomas en los cuales inicialmente designaba adjetivos o sustantivos propios de la nobleza o la realeza, como noble, puro, cabellos rubios, etc., por otro lado palabras como miserable, plebeyo, o incluso negro, en los mismos idiomas terminaron designando palabras negativas o de conductas reprochables.

A pesar del aparente carácter no jurídico del concepto moral, hoy día muchos países, particularmente los que tienen una estrecha relación estado iglesia castigan a los ciudadanos que no siguen las normas morales establecidas, inclusive en países declarados laicos, en algunas ocasiones representantes del estamento judicial han hecho uso de este concepto en sus fallos. En 1940 el juez McGeehan creyente católico recalcitrante, declaró nulo el acto administrativo que había hecho la junta directiva de la Universidad de New York, acto en el que se nombraba a Bertrand Russell como catedrático de dicha institución, y una de las razones expresadas en el fallo fue que Russell era un hombre de mala moral

3 comentarios sobre “¿Es la moral propiedad privada de los creyentes?

  1. La moral no es absoluta, pero sí única. Me explico, la moral cambia con el tiempo y en el espacio, como bien dices, pero para una sociedad concreta, que vive en un tiempo y un lugar determinado, la moral es única, no es posible que (pequeñas diferencias aparte) cada persona tenga una moral diferente, sin que esa persona sea reprobada o termine en la cárcel. Es decir, como bien dice Wikipedia: “la conducta del ser humano en concordancia con la sociedad”

    Y esto es válido para todo, incluso para aquellos grupos que tienen unas normas morales propias y que pretenden imponerlas a toda la sociedad. Si la sociedad no las admite, o tiene otras normas morales, ese grupo se … por que las normas morales comunes son las de toda la sociedad.

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    1. Para mi «la moral» es básicamente un término utilizado por los creyentes, para justificar su superioridad, con base en el seguimiento de normas sagradas y en el «poder» que su dios o libro sagrado les da.
      Considero que la verdadera moral obedece en las personas con un nivel de raciocinio importante, al respeto por los derechos humanos.

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  2. Moralidad y Crecimiento Espiritual
    La madurez moral proviene de la conciencia espiritual.
    Bahá’u’lláh, como Abraham, Buda, Cristo, Mahoma y los otros Mensajeros Divinos que le precedieron, trató de despertar las capacidades morales y creativas latentes en la naturaleza humana.
    El objetivo final en la vida de cada alma humana, el estado escritos bahá’ís, debe ser el de alcanzar la excelencia moral y espiritual – para alinear nuestro ser interior y la conducta externa con la voluntad de un Creador amoroso. Que cada individuo ha sido galardonado con un destino único por Dios – un destino que se desarrolla de acuerdo con el libre ejercicio de las opciones y oportunidades que se presentan en la vida – se encuentra en el centro de la fe bahá’í. En particular, es a través del ejercicio moral de nuestro libre albedrío divinamente conferida que se proporcionan oportunidades para el avance espiritual. «Todo lo que habéis potencialmente poseen», Bahá’u’lláh confirma, «puede … manifestarse sólo como resultado por su propia voluntad. »
    En un pasaje poético, Bahá’u’lláh describió las acciones del individuo moral e instó a sus seguidores a vivir en consecuencia:
    Sea generoso en la prosperidad y agradecido en la adversidad. Sé digno de la confianza de tu prójimo, y buscar en él con una cara luminosa y agradable. Sea un tesoro para los pobres, un amonestador para los ricos, un contestador del clamor de los necesitados, un preservador de la santidad de tu promesa. Sea justo en tu juicio, y custodiado en tu habla. Injusto ningún hombre, y mostrar toda mansedumbre para con todos. Sé como una lámpara a los que andamos en tinieblas, una alegría a los tristes, un mar para los sedientos, un paraíso para los afligidos, un sostenedor y defensor de la víctima de la opresión. Integridad y rectitud distingan todos tus actos. Sea un hogar para el forastero, un bálsamo para los que sufren, una torre de fortaleza para el fugitivo. Sé ojos para el ciego, y una luz que guía a los pies de los que yerran. Sea un adorno para el rostro de la verdad, una corona hasta la cumbre de la fidelidad, un pilar del templo de la justicia, un soplo de vida al cuerpo de la humanidad, un alférez de los anfitriones de la justicia, una luminaria sobre el horizonte de la virtud , un rocío a la tierra del corazón humano, un arca en el océano del conocimiento, un sol en el cielo de la generosidad, una joya en la corona de la sabiduría, una luz que brilla en el firmamento de tu generación, una fruta en el árbol de la humildad.
    «Noble yo te he creado,» es la garantía divina » Rise entonces a aquella para la que fuiste creado. » Afirma que «la finalidad para la que los mortales tienen … entró en el reino del ser, es que pueden trabajar para el mejoramiento del mundo y vivir juntos en concordia y armonía. » «Que cada mañana,» Insta «sea mejor que su víspera y cada mañana más rica que su ayer. El mérito del hombre yace en el servicio y la virtud y no en el espectáculo de la riqueza y la riqueza. Mirad que tus palabras sean purgados de ociosas fantasías y los deseos mundanos y vuestras obras serán limpiados de la astucia y la sospecha. No Disipar la riqueza de sus preciosas vidas en la persecución del mal y corrupto afecto, ni deje que sus esfuerzos se invertirán en la promoción de su interés personal … Protéjase contra ociosidad y pereza, y se aferran a lo que beneficie a la humanidad, ya sea joven o viejo, ya sea alta o baja. »
    Desde el punto de vista bahá’í, la religión ha sido el jefe de la fuerza civilizadora en la historia humana. Por lo tanto la madurez moral proviene de la conciencia espiritual. Como se destaca en todos los escritos bahá’ís, el propósito principal de Dios en la revelación de su voluntad a través de Sus Mensajeros es para efectuar una transformación en las condiciones morales y materiales de la existencia humana. La transformación exigida por Bahá’u’lláh se dirige al carácter interior de cada ser humano y para la organización de la sociedad – una transformación que engendra la cooperación, la compasión, la rectitud de conducta, y la justicia.
    Al vincular el desarrollo espiritual de la conducta personal, Bahá’u’lláh escribió «que las ciudadelas de los corazones de los hombres deben ser sometidos a través de los anfitriones de un carácter noble y las alabanzas.» Se exhorta a los pueblos del mundo a «iluminar sus seres con la luz de confiabilidad «. generosidad», «» el ornamento de la honestidad «, y los» emblemas «de 7 servicio a la humanidad es el propósito de los dos la vida individual y todos los acuerdos sociales: «Haced vosotros mismos no ocupados en sus propias preocupaciones; dejar que tus pensamientos se fija en lo que será la rehabilitación de la fortuna de la humanidad y santificar los corazones y las almas de los hombres. »
    Bahá’u’lláh nos presenta el más alto nivel de la moral y nos impulsa a luchar por alcanzarlo. Para ello es el único camino a la verdadera felicidad y satisfacción. Nuestro progreso moral y espiritual tanto, es crucial para nuestro bienestar, tanto en esta vida y la siguiente . Como asesora a Bahá’u’lláh: «Tener un corazón puro, bondadoso y radiante, para que sea tuya una soberanía antigua, imperecedera y eterna.»

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