Las «nuevas» pseudociencias*


Originalmente publicado en El escéptico de Jalisco.

pseudoscienceVivimos en el ciclo histórico siglo llamado XXI, al que más de uno ha llamado el “siglo de la ciencia y la razón”. Sin embargo, contrario al viejo anhelo de la Ilustración, la “era de la ciencia y la razón” se encuentra invadida de superstición, fundamentalismos e irracionalidad variada.

El mundo esotérico de la (pseudo) cultura nueva era se ha propiado de los asuntos místicos y sobrenaturales mezclando ingeniosamente palabrería científica. El fundamentalismo religioso anti-científico sigue los mismos pasos «secularizando» sus términos y haciendo ver sus afirmaciones como alternativas «científicamente debatibles» y al nivel de las teorías científicas bien establecidas, tales como el Big Bang, la Física moderna y la teoría de la evolución . Mientras tanto, una combinación de estudios confusos, conspiranoia e ignorancia científico-histórica, empieza a darle lugar a los negacionismos variados, los cuales se dejan escuchar cada vez más fuerte en la sociedad. Por parte del curanderismo y la pseudomedicina, bajo la falsa etiqueta de “suplementos alimenticios” o “vitaminas”, los medios de comunicación de todo tipo promocionan productos que, más que curas, prometen milagros que son desde luego ridículos y falsos.

¿Cuál es el objetivo de este resurgir de las pseudociencias? En mi opinión, son los mismos propósitos de las «viejas» pseudociencias (tales como la astrología, el psicoanálisis o la ufología): ganar dinero, ganar adeptos y promover e imponer ideologías dogmáticas (políticas, sociales y religiosas) sin sustento por encima de la investigación científica. La pseudociencia, como un lobo disfrazado con una piel de oveja (o una bata) de científico busca aprovecharse de la credibilidad de la ciencia verdadera.

Las nuevas pseudociencias son “nuevas” en cuanto a su replanteamiento, resurgimiento y notoriedad que hoy en día han alcanzado. Algunas surgen como una reacción contra los últimos adelantos tecnológicos (como el movimiento anti-antenas) o como negación de los grandes problemas sociales esclarecidos por la ciencia (tal como sucede con el negacionismo del calentamiento global o del SIDA). Sin embargo, muchas de estas “novedades” de lo irracional, descansan bajo viejas posturas igualmente irracionales, carentes de sustento.

¿Quiere esto decir que las viejas pseudociencias, tales como la criptozoología o la parapsicología han perdido “fama”? La respuesta a esto es un absoluto no. Hay una gran diferencia entre viejas y nuevas pseudociencias: creencias como la cartomancia, los ovnis o los monstruos en lagos, se mostraban como «inocuas», amigables y hasta divertidas, mientras que las nuevas pseudociencias demuestran un verdadero peligro para la sociedad, a nivel económico, educativo, político y sanitario. Ahora tenemos mayor variedad de irracionalidad que la que conocieron los primeros miembros del CSI.

Ejemplos de estos riesgos  son los “productos” de la new age con la etiqueta “física cuántica”, la militancia anti darwinista del creacionismo del Diseño Inteligente, el riesgo de los movimientos anti-vacunación, negacionistas del sida, del Holocausto y/o del cambio climático, y las descaradas mentiras de los productos milagro, solo por mencionar pocos ejemplos.

La pseudociencia es un riesgo y representa un alto costo a la ignorancia y el analfabetismo científico. Su increíble fuerza que tiene en medios de comunicación, grupos políticos y organizaciones sociales, son ejemplos de un desconocimiento de la cultura científica y un pensamiento peligrosamente acrítico.

A continuación, les presento un top 10 de los que a mi consideración, son los nuevos y más estridentes conocimientos pseudocientíficos del actual siglo.

10. Geocentrismo moderno. 

Durante el siglo XVII y continuando en el XVIII, grandes científicos como Copérnico, Galileo, Kepler y Newton, dieron duros golpes a un dogmatismo filosófico, basado en interpretaciones teológicas de la Biblia y  postulados aristotélicos, los cuales sostenían que la Tierra era el centro de todo. Una vez establecidas las leyes del movimiento, las de órbitas planetarias y las ley de gravitación universal, junto con la corroboración de la observación empírica de la teoría heliocéntrica, quedó más que claro que el geocentrismo ptolemaico-aristotélico era poco menos que bazofia.

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…en pleno siglo XXI.

Luego de la ley de gravitación universal y (mucho más tarde) la relatividad, pudimos saber el por qué la Tierra no es el centro del sistema solar, y mucho menos del universo: la gravedad es la fuerza que atrae a los cuerpos masivos, los hace interaccionar en relación a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias. Esto fue establecido por Newton a través de impresionantes cálculos. Newton nos dio el por qué la Tierra no es el centro de nada: porque la Tierra tiene una masa determinada, muy pequeña a comparación de otros cuerpos celestes, tales como las estrellas. El sol es una estrella, y al ser el cuerpo más masivo en el sistema solar todos los demás dentro de éste, orbitan a su alrededor. Por su parte, Einstein en su teoría general de la relatividad nos dio, entre otras cosas, la respuesta al qué es la gravedad: no es una fuerza en sí, sino la curvatura del espacio-tiempo provocado por la masa de los objetos dentro del entretejido de espacio-tiempo.

Las cientos de investigaciones en física y astrofísica, con el paso de los siglos siguientes harían cada vez menos privilegiado al sistema solar y a su pequeño integrante, la Tierra. Las nuevas observaciones nos harían entender que vivimos en una galaxia espiral gigantesca con miles de millones de estrellas (otros soles), dando así, la razón de que el sistema solar quizás solo es uno de entre miles de millones de otros posibles sistemas solares en la galaxia (confirmado con la identificación de más de 500 exoplanetas en la actualidad); luego descubrimos que nuestra galaxia, la Vía Láctea, es solo una de entre miles de millones. Ni el ser humano, ni la Tierra, ni el Sol, ni la Galaxia ocupan un lugar privilegiado en el Cosmos, de modo que el geocentrismo quedó reducido a nada. Un duro golpe al orgullo humano, pero necesario para poder mirar la realidad.

Sin embargo, a poco menos de 4 siglos de refutado, el geocentrismo empieza a tener un leve resurgir entre los grupos de creacionistas fundamentalistas. ¿Cómo puede ser esto posible? Muy simple, solo tienes que negar la física clásica, la relatividad  y las observaciones astronómicas, y listo, tienes una cosmovisión geocentrista. Ejemplo de ello es el sitio web «Galileo Was Wrong» que incluso nos presenta un «documental científico» defendiendo el geocentrismo y demás material de la misma calidad.

Obviamente, los geocentristas modernos no son más que el hazme reír de cualquiera que pusiera atención a sus clases de primaria. Sin embargo, las ideas de ser el centro del cosmos y que la Tierra incluso es plana, nunca murieron del todo. En 1993, la autoridad religiosa suprema de Arabia Saudí, el jeque Abdel-Aziz Ibn Baaz, emitió un edicto o fatwa, declarando que el mundo es plano. Todo el que crea que es redondo no cree en Dios y debe ser castigado*1.

Seguir ideas del siglo XII es muy simple, todo lo que hay que hacer es negar la investigación, exploración y pruebas que vienen dándose desde el siglo XVI.

Véase más: El artículo «¿Galileo estaba equivocado?» en el blog La mentira está ahí fuera.

9. Grupos anti-antenas.

Como una especie de híbrido entre campaña ecologista y teoría de conspiración, los grupos anti antenas aseguran que aparatos electrónicos, principalmente los celulares, son altamente radiactivos y pueden causar tumores cancerígenos o algún otro daño a la salud.

celularAseguran que las compañías telefónicas saben de este “hecho”, y lo encubren con estudios científicos que apuntan a todo lo contrario. Así el movimiento hace llamados en las redes sociales a denunciar a las compañías telefónicas por crímenes contra la salud. Los científicos, de acuerdo a ellos,  no son confiables ya que sus estudios son financiados por las compañías telefónicas, y los escépticos son una clase de “secta” con mente cerrada que no ven lo que estos brillantes tecnófobos sí son capaces de ver: la verdad. Si me dieran una moneda por cada vez que he escuchado o leído a un magufo decir que los escépticos son de mente cerrada, seguramente sería rico.

Más allá de las afirmaciones desde la conspiranoia, no existen estudios científicos que corroboren la afirmación de que los celulares son dañinos para la salud. Esto desde luego no implica que no puedan ser potencialmente peligrosos, pero es un indicativo muy certero que nos da una razón para no creer en los grupos anti-antenas. ¿La razón? Que no hay razones para pensar que los anti-antenas digan la verdad.

Ninguna afirmación de los grupos anti-antenas ha sido demostrada de forma científica, y a menudo estas personas se niegan a dar pruebas de sus afirmaciones, negándose también a debatir o encarar a escépticos “mente-cerrada” o a científicos “encubridores”. Claro, de vez en cuando acceden a un pequeño debate, donde quedan humillados, tal como este debate en el que Luis Alfonso Gámez desmiente los mitos anti-antenas.

Entre todas las afirmaciones de los anti antenas, hay una de la que los científicos tenían conocimiento antes de los propios movimientos anti-antenas: los celulares y demás aparatos electrónicos son radiactivos. ¿Deberíamos asustarnos por esto? Lo más razonable es que no; vivimos en un mundo prácticamente radiactivo, en el que desde el sol y la Tierra, hasta los plátanos son radiactivos, pero que en realidad, el nivel de radiación es tan bajo que su daño resulta nulo. Los celulares, igual que todos los aparatos electrónicos producen emisiones de radio (lo mismo las grandes antenas de telefonía), la cual es varias veces más débil que la luz visible. Todo esto ha hecho poco para que el miedo a la «contaminación electromagnética» y su imaginaria consecuencia, la «hipersensibilidad electromagnética» dejen de rondar los medios de comunicación.

Véase más: «Cell Phones and Cancer» artículo de Michael Shermer en el boletín eSkeptic; «¿Las ondas del mal?» , capítulo 4 de la serie «Escépticos», con Luis Alfonso Gámez.

8. Negación del Holocausto.

El periodo de la Alemania nazi es un momento histórico triste para recordar. El Tercer Reich es sinónimo de dictadura opresora y el Holocausto es visto como una vergüenza de la civilización humana. El exterminio masivo de más de 7 millones de judíos, detractores políticos, homosexuales, negros y cualquier otra persona que no fuera con la idea de pureza racial nazi, es uno de los escenarios más dramáticos y dolorosos de la historia humana. A pesar que las imágenes tanto en video como fotografías de los campos de concentración, junto a los miles de testigos sobrevivientes, los criminales de guerra capturados involucrados en los cientos de campos de exterminio y documentos históricos, que van desde ordenes de la “solución final” hasta narraciones del horror de vivir en la sociedad nazi, como El Diario que Ana Frank, son evidencia tristemente innegables de un horrendo genocidio, muchos hoy en día aseguran que todo fue un engaño.

holocausto¿Por qué los aliados crearían semejante “mito” como el Holocausto? Los teóricos de la conspiración dan respuestas variadas: algunos dicen que esta fue una excelente manera de ensuciar la ideología nazi por el resto de la historia; otros aseguran que fue una excusa para que de este modo, los judíos pudieran obtener su independencia de Gran Bretaña en Israel, y ser “propietarios” de Tierra Santa; algunos más dicen que todo fue una conspiración judía que buscaba condenar al único movimiento político-militar que había puesto un alto al capital judío (conspiración llevada a cabo por comunistas judíos).

Por supuesto, la mayoría, si no es que todos los negacionistas del Holocausto son antisemitas. Algunos de los principales defensores de la idea de la ocupación judía de Israel han sido musulmanes que sintieron heridos su orgullo al ver que algunas de las tierras que ellos consideran sagradas, estaban bajo gobierno judío.

Los teóricos más paranoicos de la conspiración buscan fundamento en un viejo libro, llamado Los Protocolos de los Sabios de Sión, un documento que supuestamente revela una conspiración judía de conquista mundial. Se asegura que los judíos controlan el mercado, los bancos y los medios de comunicación, y de este modo, buscan controlar el mundo. Los orígenes de los Protocolos son históricamente identificados, y actualmente está más que demostrado que son documentos falsos, carentes de verdadero valor histórico.

Lo cierto es que el negacionismo del Holocausto está basado en ideologías anti semitas, afirmaciones sin sustento verdadero y postulados pseudohistóricos. El negacionismo del Holocausto representa la afirmación pseudohistórica más escandalosa y peligrosa de nuestros días, ya que niega los principales horrores y crímenes del régimen nazi, promueven el anti semitismo y de paso, reafirman viejas teorías de la conspiración refutadas hace más de un siglo, las mismas conspiranoias que servirían de excusa para que Hitler justificara su ideología de odio contra todo un pueblo.

Véase más: «Holocaust denial«, entrada en The Skeptic’s Dictionary, por RT Carroll; «Holocaust denial» entrada de la RationalWiki.

7. Negación del calentamiento global.

calentamiento globalDesde la revolución industrial en el siglo XVIII, con las nuevas máquinas como las de combustión interna y la obtención energética a raíz de los combustibles fósiles, el ser humano ha sido responsable de un alto porcentaje de las emisiones de CO2 a la atmósfera, causando serios cambios en el clima. Las emisiones del ser humano de COhan incrementado de forma drástica en los últimos dos siglos, y ya desde hace poco más de cien años los  investigadores han estado alertando de los efectos negativos de un aumento del efecto invernadero. Las predicciones climáticas a largo plazo no son muy buenas, pues se pronostican severos desastres naturales, extinción de especies e infestación de plagas antes limitadas por las zonas cálidas que podrán atacar ahora zonas frías; todo esto causaría serios problemas para los ecosistemas y para el ser humano.

Aun con los datos y evidencias en meteorología, climatología, geofísica y ecología, que apoyan la tesis de que el cambio climático actual es muy drástico y en gran medida está siendo provocado por el ser humano, existen grupos, motivados principalmente por una ideología neoliberal de explotación de recursos, que asegura que, o el calentamiento global es un mito o que este no es provocado por el ser humano.

No es lo mismo cambio climático que calentamiento global, aunque hoy día suelen utilizarse estos términos como sinónimos. El cambio climático es cualquier tipo de cambio drástico en el clima, causado por cualquier fenómeno, ya sea natural o humano. Algunos fenómenos que cusan cambios climáticos pueden ser el cambio de intensidad del brillo solar, el fenómeno de El Niño al igual que La Niña, la caída de un meteorito de gran tamaño, la variación del campo magnético terrestre, el crecimiento de las cordilleras montañosas por la tectónica de placas, la transformación rápida de hábitats (tal como sucedió en la sabana africana, la cual anteriormente era una zona boscosa, transformada por los animales grandes que ahí habitan), entre muchos otros ejemplos más.

El calentamiento global es un fenómeno causado por el incremento de los gases de efecto invernadero, y el cambio climático actual es causado principalmente por el calentamiento global. Desde el inicio de la revolución industrial, los gases de efecto invernadero han aumentado más de 30% y algunos desastres naturales actuales, tales como el Huracán Katrina, la ola de calor en Europa de 2003 o las sequías actuales en México, se cree son las primeras consecuencias de este incremento de emisiones invernadero.

Los negacionistas del calentamiento global argumentan que ya en otros tiempos geológicos la Tierra había sufrido calentamientos globales, de los cuales el ser humano no había sido el causante en lo más mínimo. Hace entre 450-800 mil años, el planeta era tan cálido que Groenlandia tenía bosques. Por tanto, ¿qué razones hay para pensar que este calentamiento actual es causado directamente por la mano humana? Si bien, la Tierra efectivamente ha sufrido otros calentamientos globales (los científicos jamás niegan esto), lo cierto es que nunca había ocurrido un cambio tan drástico en un tiempo corto en términos geológicos. Es bien sabido, gracias al registro geológico, que los calentamientos globales y otros tipos de cambio climático han sucedido, la mayoría de ellos, de forma gradual y lenta, mientras que la temperatura global de hoy en día subió más de 0.8º C desde el siglo XVIII, un aumento de temperatura muy rápido en un tiempo relativamente corto.

En este punto, los negacionistas tienen una de dos salidas: o continúan asegurando que esto es totalmente natural o niegan la evidencia y aseguran que todo se trata de una conspiración. De los primeros, quienes por cierto se autodenominan “escépticos” (algo que el verdadero movimiento escéptico rechaza), se ha podido demostrar una y otra vez que el calentamiento global sí es causado por fenómenos naturales en cierta medida, pero su causa principal es el aumento de gases invernadero emitidos por los combustibles fósiles, los motores de combustión interna y la actividad humana en general. Un estudio reciente, financiado por algunos de estos “escépticos”, dejó pocas dudas sobre la culpabilidad humana en el cambio climático actual.

En cuanto al segundo tipo de negacionistas, estos aseguran que todo se trata de una conspiración que busca frenar la actividad industrial, limitar las áreas de explotación de combustibles fósiles, y/o empezar a frenar y cambiar la producción de petróleo y otros tipos de recursos no renovables por biocombustibles, energías alternativas y campañas de conservación.

No es sorprendente que los principales negacionistas del calentamiento global son conservadores empresarios o inversionistas, que ven afectados sus intereses por los descubrimientos científicos. Lo malo, es que esta idea falsa de la conspiración da un motivo para continuar con la sobre explotación de combustibles fósiles. Si bien, los científicos no tienen una certeza absoluta sobre si el calentamiento global es causado por el ser humano (en ciencia nunca hay certezas absolutas), esto no es excusa para mantener una postura pasiva ante dicho fenómeno, pues existen fuertes indicios y sólidas evidencias que señalan al ser humano como máximo culpable.

Por último, y de manera irónica, parece ser que la economía y la industria se verán más afectadas de forma negativa si los pronósticos sobre el aumento de temperatura resultan correctos. En 2006 el economista Nicholas Stern, ex presidente del Banco Mundial, redactó un informe de más de 700 páginas para el gobierno británico, en el que concluye que “cuanto más pronto actuemos (contra el calentamiento global), más fácil será la tarea”.

Véase más: El sitio web Skeptical Science, dedicado a desenmascarar los reclamos de los negacionistas del calentamiento global; «How we know Global Warming is Real and Human Caused«, artículo de Donald Prothero en Skeptic; «La economía del cambio climático«, mejor conocido como el Informe Stern, redactado por Nicholas Stern.

6. Ciencias Noéticas.

La Asociación para la Investigación y la Ilustración y el Instituto de Noéticas, suenan a institutos de investigación serios de cosas técnicas y científicas, ¿no lo creen? Pues en estos “institutos” se investiga el fenómeno paranormal. Estas instituciones son centros de investigación de las llamadas ciencias noéticas, que no son más que una forma elegante de decir parapsicología.

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James «el asombroso» Randi, la pesadilla de todo psíquico que jamás adivinan que vendrá.

La parapsicología, digo, las ciencias noéticas se encargan de “estudiar” los fenómenos de la percepción extrasensorial (PES por sus siglas): clarividencia, telequinesis, telepatía, visión remota, precognición, mediumidad y todo aquello que tenga que ver con poderes psíquicos. Los “científicos noéticos” cuentan con laboratorios, financiación y apoyo material para sus “investigaciones”, las cuales casi siempre muestran  resultados “fuera de lo común”, pero al ser cuidadosamente analizados por verdaderos científicos,  se suelen encontrar “anomalías” que van desde errores de percepción, sesgos cognitivos e incluso viles estafas. El término «ciencia noética» se popularizó sobre todo gracias a la novela de fantasía histórica, El símbolo perdido, de Dan Brown.

La mayoría de los reclamos por parte de sociedades como la Asociación para la Investigación y la Ilustración (fundada por el psíquico y profeta Edgar Cayce) es que los escépticos y científicos son unos cerrados de mente que no están dispuestos a “creer”, y siempre dirán “no, porque no”. Esta denuncia no parece encajar con la realidad, cuando investigadores como Michael Shermer acuden personalmente a las asociaciones para investigar o cuando personas como el mago James Randi, están dispuestos a dar 1 millón de dólares a quien demuestre la autenticidad de un fenómeno paranormal.

Las ciencias noéticas no son más distintas que la parapsicología, la cual a más de dos siglos de“investigar” fenómenos psíquicos, no ha sido capaz de mostrar un solo caso que demuestre alguna de sus afirmaciones y teorías. La financiación de sociedades noéticas es una financiación a la ignorancia.

Véase más: «Noetic science«, entrada en la RationalWiki.

5. Mística cuántica.

Si existe una característica peculiar que une a toda pseudociencia, es su obsesión y explotación de los conceptos científicos poco entendidos entre la sociedad. A los pseudocientíficos les encanta abusar de términos como energía, fuerza, intensidad, vibra, potencia, atómico… pero en nuestros días, el supermercado de la new age se muestra cada vez más adicto a usar las palabras “física cuántica”.

cuanticaAsí, disciplinas engañabobos como el curanderismo, la cristaloterapia, el culto a los cráneos de cristal, la meditación trascendental, la homeopatía, las terapias de vidas pasadas, el esoterismo variado, la creencia en vida después de la muerte, la medicina ortomolecular, la angeloterapia, los contactos extraterrestres, etc., etc. (un muy largo etc.) utilizan de forma descarada términos como universos paralelos, principio de Heisenberg, dualidad onda-partícula, información cuántica, partícula divina, en fin, utilizan definiciones y conceptos propios de la física cuántica, disciplina teórica y especulativa que se ha vuelto bastante popular. Son pocas las personas que no han escuchado antes hablar de la física cuántica, pero son muchos los que ni siquiera entienden el concepto básico.

La física cuántica, también llamada mecánica cuántica o teoría cuántica, es la rama de la física que se encarga del estudio de la naturaleza del mundo subatómico. Dicho mundo es uno de los grandes misterios, fascinantes para los científicos que se encargan de su estudio: partículas que aparecen y desaparecen, campos de bosones que dan masa y energía a otras partículas, “zoológicos” de partículas extrañas, partículas que pueden estar en varios lugares al mismo tiempo, modelos estándar de más de una decena partículas distintas; partículas compuestas por otras partículas más pequeñas, antipartículas; la  posibilidad de otras dimensiones y universos paralelos; e incluso la posibilidad de explicar el origen de nuestro universo a partir de la teoría cuántica. El mundo teórico de la física cuántica es desde cualquier punto de vista asombroso, sin embargo, sabemos muy poco de éste. Y es que no es fácil entender fenómenos que van en contra del sentido común y que no obedecen las leyes clásicas de la física.

Nosotros como público en general, somos los espectadores de asombrosos proyectos y experimentos gigantescos como el Acelerador de Partículas, pero que casi no conocemos sus propósitos. De hecho nuestra ignorancia sobre el mundo cuántico es tanta, que los propios investigadores  reconocen que no hay nadie sobre la Tierra que comprenda por completo la física cuántica. Las operaciones matemáticas, los modelos teóricos y los experimentos en esta ciencia son tan complejos, que no le debe sorprender a nadie si en un libro sobre el tema, reconozca el propio autor que mucho de su contenido son un montón de especulaciones fantásticas pero sin demostración, o conceptos que hemos podido describir pero no definir.

Los promotores de la pseudociencia abusan de esta confusión agregando, siempre que pueden,  afirmaciones como “la física cuántica apunta o demuestra tal o cual cosa”. En cinco párrafos que llevo de explicación, si usted mira con atención, se dará cuenta que no he sido capaz de explicar un solo concepto de la mecánica cuántica, lo que es un indicio más que obvio que no soy en lo más mínimo un erudito o por lo menos un conocedor de la esta ciencia.

¿Cómo podemos identificar y diferenciar la física cuántica de la mística cuántica? Aunque no soy un experto en el tema, sí puedo sugerir algunas formas de distinguir ciencia cuántica de pseudociencia cuántica. Primero, la física cuántica se encarga hoy en día, única y exclusivamente de los fenómenos subatómicos, es decir aquellas leyes y teorías que rigen el mundo de los electrones y las demás partículas del modelo estándar.

Hasta donde sabemos, las leyes de la física cuántica no son aplicables en el mundo macroscópico, es decir, al mundo al que estamos acostumbrados a percibir de forma cotidiana. Segundo, cualquier tipo que le diga que las diluciones homeopáticas tienen un principio cuántico, que la medicina cuántica le curará su enfermedad desde sus átomos o que el alma es explicada por la física cuántica, es un charlatán, ya que los modelos teóricos de la física cuántica no tienen uso práctico en nuestros días, porque, como ya dije, la física cuántica no funciona en el mundo macroscópico, pues solo describe fenómenos observados en un mundo microscópico. Tercero y último, cuando alguien afirme algo extraordinario mencionando a la física cuántica, puede usar las tres preguntas básicas para la detección rápida de tonterías: ¿Cómo lo sabe? ¿Qué pruebas tienes? y ¿no hay explicaciones alternativas?

Esos tres pasos pueden ser muy útiles para evitarse caer en la mística cuántica, sin embargo, no hay mejor arma contra la ignorancia que el estudio, y aunque son pocos los artículos y buenas publicaciones de divulgación de la física cuántica, lo cierto es que lo mejor es tomar el libro “Física cuántica para filo-sofos” o leer el artículo de la revista Pensar, Usos y abusos de la mecánica cuántica. Los blogs Cuentos cuánticos y  La ciencia de la mula Francis, también podrían ayudarlo a introducirse a la mecánica cuántica.

Véase más: «Usos y abusos de la mecánica cuántica«, artículo de Alberto Clemente de la Torre, en la revista Pensar; La categoría «Quantum woo«, de la RationalWiki alberga 28 entradas distintas de charlatanería cuántica.

4. Productos milagro y joyería placebo.

Pastillas para adelgazar en un par de semanas, suplementos para la próstata o para aumentar el tiempo de erección, productos “100% naturales” contra la vejez, el cáncer o la diabetes,  hierbas curalotodo… la lista de los llamados productos milagro es muy grande y por desgracia, muy famosa. Los productos milagro son todo producto que promete una cura milagrosa de uno o cientos de tipos distintos de enfermedades, respaldado únicamente por anécdotas y anuncios comerciales con sexys actrices como pacientes.

milagroEn toda esta cuenta regresiva, los productos milagro y las pseudotecnologías placebo, son las que más han infestado a México, ya que estos fraudes contra la salud son promocionados por las principales televisoras del país. De acuerdo a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), se han identificado más de 250 productos milagro en el mercado y en los medios de comunicación masiva. Una cifra por demás alarmante, ya que a diferencia de las otras pseudociencias ya vistas como las noéticas o el geocentrismo, los productos milagro son un peligro para la salud pública. Los médicos saben esto, COFEPRIS y el gobierno federal saben esto, los medios saben esto… ¿entonces? ¿Cómo es posible que se promocionen tanto estas chácharas del curanderismo?

Para empezar, los fabricantes de estos productos que nada tienen de milagrosos, no los suelen registrar, y cuando los registran, los hacen pasar como productos cosméticos o suplementos alimenticios, cosa que definitivamente no son. La letras chiquitas  en los anuncios (cuando de vez en cuando salen) con el lema “esto no es un medicamento” no ayudan de mucho.

En nuestro país, fuera de la clasificación de medicamentos convencionales, las autoridades sanitarias reconocen otras tres categorías de productos: suplementos alimenticios, remedios y medicamentos herbolarios, y fármacos homeopáticos (no sé cómo es que estos últimos pueden ser tomados como otra cosa, si básicamente son también productos –placebo- milagro). Los productos milagro suelen ser clasificados y registrados como suplementos alimenticios, medicamentos o remedios herbolarios no identificados como tales, y en cuyo caso no es obligatorio por ley someterlos a las rigurosas pruebas de calidad, eficacia y seguridad que deben pasar los fármacos de patente, tal como nos narra el periodista científico Guillermo Cárdenas Guzmán en un artículo para la revista «¿Cómo Ves?» (una reverenda estupidez, creo yo, el no someter a pruebas rigurosas todo este tipo de charlatanería).

El riesgo de los productos milagro depende totalmente de qué tipo de producto sea. Puede resultar ser inocuo en el mejor de los casos, o hasta mortales para quien los consume, pues no se sabe exactamente lo que contiene. Si hay algo que comparten todos los productos milagro, por más variados que sean, es que por definición son todos una vulgar estafa. Los anuncios en los que son promocionados arrojan una increíble cantidad de afirmaciones extraordinarias sin sustento ni evidencias; sostenidas en falsos estudios médicos y testimonios de dudosa calidad, no cuentan con los permisos necesarios para ser promocionados y se presentan como un producto curador de cualquier padecimiento, sin importar el tipo de paciente, su historial clínico, alergias, contra-indicaciones, etc.

En muchos casos se ha demostrado que las sustancias de los productos milagro pueden ser perjudiciales al ser auto-recetado sin supervisión médica. Casos celebres son los de Prostamax y Prostaliv (ambos con Serenoa repens, una especie de palma clasificada como tóxica por el índice internacional de información sobre fármacos Macromedex),  Chardon de Marie y Sili Marie(con Silimarina, compuesto extraído del cardo lechoso Silybum marianum, sustancia que tiene efectos positivos en la regeneración de células pancreáticas dañadas por la diabetes mellitus, pero solo en animales de laboratorio; en personas no existen pruebas de su ayuda contra la enfermedad y puede causar vomito, nauseas, mareo, dolor abdominal y urticaria), o Metaboltonics termogénico (que contiene Cromo, el cual consumido en exceso puede propiciar interacciones con otros medicamentos que el paciente esté tomando, como antiácidos, corticosteroides e hipoglucemiantes). Quizá el ejemplo más emblemático de joyería placebo sea la pulsera energética Power Balance, el cual fue ampliamente denunciado como un fraude en todo el mundo. Hoy en día, existe el Placebo Balance, que posee las mismas propiedades curativas que la original pulsera: ninguna, pero se ve bien.

Las metodologías analíticas para determinar o cuantificar los principios activos de los ingredientes en todos estos productos son deficientes, no se cuenta con evidencia de los riesgos asociados. Los estudios de las plantas mexicanas y latinoamericanas en general, sobre sus componentes químicos y sus posibles usos para la medicina, se encuentra en pañales. Junto a esto, tenemos que añadir la incertidumbre sobre los lugares donde se elaboran estos productos fraudulentos y la dificultad de localizar y fiscalizar a los fabricantes, pues en los anuncios comerciales no se especifica ese “pequeño” dato. Las leyes actuales sobre salud y comerciales en los medios son insuficientes, llenas de huecos legales de los cuales los charlatanes aprovechan.

Mientras la ola de productos fraudulentos y pseudotecnologías no sea correctamente regulada y sancionada por las autoridades, el público crédulo se encuentra vulnerable, y su salvación contra la charlatanería pseudomédica es la culturalización científica del ciudadano y el consejo de médicos profesionales (de los que trabajan en hospitales, no con limpias espirituales y tampoco los que te dan chochitos homeopáticos).

Véase más: «Los productos ‘milagro’: ni placebo ni panacea, sólo fraude«, artículo de Guillermo Cárdenas Guzmán en la revista «¿Cómo Ves?», de la UNAM.

3. Diseño inteligente.

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Demostrado: el diseñador inteligente no existe.

Desde que Darwin publicó en 1859 El Origen de las Especies, la lluvia de críticas y críticos anti-darwinistas no ha cesado jamás. Lo malo, es que las supuestas fallas de la teoría de la evolución por selección natural, que presentan una y otra vez los grupos de creacionistas, son las mismas que hace 150 años el propio Darwin refutó en su obra magna. De hecho, el capítulo dedicado a las críticas de la selección natural es uno de los más largos de El Origen de las Especies (si no me cree, lea ese libro de 600 páginas y después me dice cómo le fue), y analiza las criticas que van desde el clásico “eslabón perdido” hasta la supuesta complejidad de los organismos comparable solo con la complejidad de finas máquinas como relojes.

Pues bien, 150 años de revisar una y otra y otra y otra vez las mismas críticas, a la par de verdaderas críticas y pruebas científicas rigurosas, no hicieron otra cosa más que reforzar la teoría, convirtiéndola en el paradigma de la biología moderna.

Los anti-darwinistas del creacionismo bíblico también han “evolucionado”, pero solo de estrategia, más no de mentalidad. Ahora, con sus conceptos secularizados y palabrerías científicas, los creacionistas de hoy prefieren nombrarse “teóricos o defensores del Diseño Inteligente (DI)». Si bien la idea no es nada nueva, lo cierto es que en nuestros días el creacionismo del DI(como suelen llamarlo los detractores de esta burrada), es uno de los movimientos pseudocientíficos más militantes que amenazan seriamente a la educación pública y el futuro de la financiación de la investigación científica.

Este refinado creacionismo, en el que ya no se le llama «Dios» sino «diseñador inteligente», asegura ser tan científico como la síntesis neodarwiniana, y que por tanto debería ser enseñada en las clases de ciencias naturales y también ser “científicamente debatida” entre los académicos universitarios.

La idea de considerar a la par a una teoría científica con una creencia religiosa, es comparable a la idea de comparar la medicina con el chamanismo de las culturas prehispánicas, y después decir que el chamanismo es tan científico y riguroso como lo es la medicina moderna. Nada más lejos de la realidad, sin embargo, los creacionistas del DI han comenzado a meterse dentro de los círculos de asesores educativos y dentro de los círculos políticos, ejerciendo presión para que sus creencias sean vistas (e impuestas) como verdadera ciencia.

El diseño inteligente usa exactamente la misma estrategia que los anti-darwinistas del siglo XIX: atacan a la teoría de la evolución de Darwin (y al propio Darwin) en un intento de desprestigio ante el público en general. No es sorprendente que no existan partidarios del DI dentro de las sociedades e instituciones científicas de prestigio, pues el objetivo de estos creacionistas en sí, no es lograr la aceptación de la comunidad científica, sino la aceptación de los institutos políticos y sociales, los cuales son encargados de la financiación y la enseñanza de la ciencia.

ojoLos defensores del DI aseguran haber descubierto un fenómeno que prácticamente refuta a la evolución y la teoría darwinista de selección natural por completo: la complejidad irreductible, descrita por el bioquímico Michael J. Behe, en su libro La Caja Negra de Darwin. De acuerdo a Behe y al resto de los creacionistas del DI, la complejidad irreductible es la forma elegante de decir que un organismo, con todo y sus partes anatómicas, es tan complejo que la idea de que sus partes puedan reducirse (es decir, puedan descender de partes u organismos más simples) es imposible; la complejidad del organismo es tal que la única explicación lógica, según esto, es que un diseñador inteligente lo creó.

Esto suena a un revolucionario descubrimiento y un radical cambio de paradigma, pero que no los vayan a engañar, el DI tiene de científico lo que yo tengo de cantante de Heavy Metal, es decir nada. Tampoco contiene ningún descubrimiento revolucionario ni representa un nuevo paradigma. La complejidad irreductible es una elegante y moderna forma de llamar al argumento del relojero del siglo XIX, argumento refutado ya desde que Darwin vivía.

El mito del Flagelo (como también se conoce a la complejidad irreductible entre los biólogos evolutivos), consiste en una mezcla de falsas analogías y apelación a la ignorancia. Los creacionistas del DI comparan los organismos vivos con máquinas hechas por el ser humano, como si fuera una analogía reveladora, pero lo cierto es que no existe tal comparación. En realidad la complejidad de los organismo y de sus componentes, como el ojo, el corazón, el cerebro, la sangre… son perfectamente reductibles, y existe evidencia de dicha reducción (repito, esto quiere decir que hay pruebas de la descendencia de organismos complejos a organismos más simples), y esto ha sido refutado una y otra vez. Los creacionistas del DI aseguran que, como no conocemos los descendientes de criaturas como los pterosaurios, los murciélagos o los ornitorrincos (aunque sí los conocemos),  o ya que no tenemos fósiles que muestren la transición de la evolución del ojo (aunque de hecho los hay, así como ojos simples en organismos actuales), entonces debemos suponer que no existe tal descendencia y que todo fue diseñador por un diseñador inteligente.

El biólogo evolutivo Richard Dawkins explica aquí brevemente la evolución del ojo:

En realidad contamos con abundantes evidencias que no solo confirman, sino que refuerzan la teoría de la evolución y su “supremacía” (por llamarla de alguna forma) sobre ideas pseudocientíficas como el Diseño Inteligente.

Véase más: El número especial de la revista «El escéptico» con su dossier «El ¿engaño? inteligente«; La serie «El diseñador poco inteligente» en el blog La ciencia y sus demonios; «Diseño inteligente: ¿ciencia o panfleto?» artículo de JM Hernández en La ciencia y sus demonios; «Intelligent Design Watch» una serie de artículos críticos dentro del CSI.

2. Negación del sida.

el-sida-no-existeEstamos por llegar al primer lugar, y este lo elegí basado en su nivel de riesgo para la sociedad. No fue fácil colocar a éste en segundo lugar, pero eso no lo hace más riesgoso y estúpido que el primer lugar: el negacionismo del sida es una manifestación organizada y militante de la pseudociencia que comienza a ganar terreno en los países europeos. Dependiendo del negacionista con el que se hable, este puede definirse de varias formas según lo que afirma, ya sea que:

*El sida no es una enfermedad definida como entidad en sí, sino más bien una construcción socio-política o un nombre único para numerosas enfermedades.
*El VIH nunca ha sido aislado en forma pura, de modo que la existencia del VIH es cuestionable, así como la validación de las pruebas de VIH.
*Los tratamientos antirretrovirales nunca han sido probados en ensayos controlados adecuadamente para efectuar la mejoría clínica o una mejor salud, menos aún una larga vida.
*La existencia del VIH no se ha demostrado, las pruebas de VIH no son confiables, y no hay evidencia de transmisión sexual del VIH.
*El VIH existe, pero es inofensivo.
*El VIH no se transmite sexualmente y no causa el sida.
*Las compañías farmacéuticas saben que los medicamentos antirretrovirales son efectivos en el tratamiento del SIDA, pero porque causan el sida.
*Las muertes por SIDA son causadas por la desnutrición, los narcóticos y las drogas antirretrovirales.

Los negacionistas del sida suelen ser activistas de las pseudomedicinas y el curanderismo, y aconsejan a los infectados tratarse con hierbas, vitaminas o tratamientos homeopáticos. Sorprendentemente, el negacionismo del sida cuenta entre sus filas con verdaderos virólogos, físicos y bioquímicos, los cuales apoyan las afirmaciones más irracionales que se puedan escuchar.

¿Demuestra esto una controversia en la comunidad científica? Lo que demuestra esto es un caso de pseudosimetría. Este fenómeno consiste en que las personas vean una gran controversia científica, cuando en realidad los detractores son unos cuantos y los cuales, brindan información dudosa o fraudulenta, tal como nos cuenta Robert Todd Carroll en Skeptic’s Dictionary. El registro histórico y las investigaciones biomédicas demuestran que el SIDA es real, el cual es transmitido sexualmente y causado por el VIH.

Las afirmaciones del los negacionistas son en su gran mayoría falsas, carentes de sustento y son abundantes en ser propensos a la conspiranoia, tal como los otros negacionismos.

Véase más: «Historia del negacionismo del sida I«, II, III, IV y V, serie de artículos del blog La ciencia y sus demonios; «Negacionismo del SIDA» artículo traducido de The Skeptic´s Dictionary, de Robert Todd Carroll; «HIV Denial and «just asking questions» artículo de Steven Novella en Science-Based Medicine Blog.

1. Anti-vacunación

Después de este recorrido por el mundo de las pseudociencias, llegamos al que consideré el número uno, tanto por ser una idea pseudocientífica no vista antes, como por su grado de atención que está teniendo en los países “de primer mundo”, con lo cual, representa un serio problema público. Son los grupos anti-vacunación.

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Ante la emergencia de tantas afirmaciones anticientíficas sobre la vacunación, la revista Skeptic dedicó un número especial para poner bajo la lupa los movimientos anti-vacunas.

Estos grupos anti-vacunación son organizaciones civiles que aseguran estar preocupados por la salud y el bienestar de los niños (sus hijos), ya que las vacunas, según unos “estudios” pueden ser causantes de autismo o incluso ser propagadoras de infecciones y graves alergias mortales. De este modo, proponen que las vacunas son peligrosas y representan un riesgo sanitario, del cual se esconden oscuras corporaciones que hacen un negocio redondo con las campañas de vacunación. Otras variantes menos conocidas aseguran que las vacunas son las causantes de las enfermedades virales, y que llevar una vida con dietas naturales y ejercicio es suficiente para no enfermarse de enfermedades como la influenza, la viruela, el sarampión, la difteria, la tuberculosis, entre otras enfermedades casi erradicadas gracias a las vacunas. Sugieren también complementar la vida sana con productos herbolarios y homeopatía.

Los anti-vacunas ignoran el hecho de que fue la vacunación masiva en los países industrializados y en los de vías de desarrollo lo que logró el exterminio de las enfermedades virales más mortales de las que había sufrido la humanidad. Parecen ignorar a conveniencia también la cantidad increíble de estudios que demuestran que la tasa de alergias y muertes causadas por la vacunación en el mundo, es menor al 5% del total de personas vacunadas.

El supuesto estudio que mostraba la relación del autismo con las vacunas, con la autoría del charlatán Andrew Wakafield (quien además tenía oscuros propósitos lucrativos con su campaña anticientífica), se demostró era un engaño, pero  los anti-vacunas pareciera que no entienden el idioma, ya que continúan asegurando lo mismo. Tal vez mirando a Penn y Teller quede un poco más claro:

Los anti-vacunas y sus ideas sin sustento son para mí, el máximo de la irracionalidad pseudocientífica, pues estas personas están dispuestas a que poblaciones enteras dejen de vacunarse, dejándolos expuestos a enfermedades mortales ya no comunes. Por desgracia, en España empiezan a sentirse los estragos de la anti-vacunación, con brotes de sarampión en personas que decidieron no vacunar a sus hijos.

Véase más: «Desmintiendo 6 mitos de los negacionistas de las vacunas«, artículo de La ciencia y sus demonios; «Vaccines & Autism. A deadly manufactroversy«, artículo de Harriet Hall publicado en la revista «Skeptic», en 2007.

Las pseudociencias, como vemos contraen altos riesgos para la calidad de vida humana, tanto social como individual. No prestar atención a este problema público y cultural, es a mi parecer un error que todos tendríamos que pagar con altas consecuencias en un futuro no muy lejano.

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*Este artículo presentado originalmente en el blog El escéptico de Jalisco, fue corregido y aumentado para su publicación en este sitio.

11 comentarios sobre “Las «nuevas» pseudociencias*

  1. Un artículo casi excelente… si no fuera por el punto del cambio climático. En efecto, aseguras al menos dos falsedades: que el registro paleoclimático no muestra cambios rápidos en el clima causados por fuerzas totalmente naturales, y lo más importante: que hay pruebas sobre la influencia del CO2 en el sistema climático.

    Pues bien, no existe NINGUNA prueba empírica al respecto, ya que solamente existe en los modelos de computadora y, como sabes, estos no constituyen evidencia. Pero más aún, sí existen pruebas en contra en todo el registro paleoclimático e incluso en los datos presentes, como demuestra el «parón» en el ascenso de las temperaturas desde al menos 1997, a pesar que desde entonces los niveles de CO2 atmosférico se han incrementado en un 25%.
    Por eso la «ciencia climática oficial» es solamente un producto político-filosófico generado por una agenda muy específica y para nada científica.

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  2. Magnífico artículo aunque podría ser calificado como sesgado, pues igualmente puede decirse que la ciencia representa un verdadero peligro para la sociedad, a nivel económico, educativo, político y sanitario. Todo depende del uso y del nivel, que se dé a las técnicas producto de la ciencia, como en el caso evidente de la industria farmacéutica y nuclear.

    Por otro lado, aunque los experimentos “gedanken” o mentales puedan ser pseudocientíficos, representan una gran ayuda para la ciencia.

    Hay que tener en cuenta que una hipótesis, teoría, o incluso una ley científica, debe ser entendida siempre dentro de la provisionalidad que supone la certeza de que en cualquier momento podrá formularse una de mejor. Provisionalidad que es garantía de mejora y de avance continuo, dado que siempre se debería estar buscando explicaciones más ajustadas a las realidades observables, sabiendo que estas realidades siempre serán relativas.

    De este modo, tanto las pseudociencias, como la ciencia, pueden contraer altos riesgos para la calidad de vida humana, tanto social como individual. Y ciertamente, no prestar atención, o minimizar este problema público y cultural, es un error que ya estamos pagando, cuyas consecuencias pueden ser imprevisibles en un futuro no muy lejano.

    Un duro golpe al orgullo humano, pero necesario para poder mirar la realidad.

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    1. La ciencia, como cualquier progreso humano, puede representar peligro o mejora, depende de su utilización. Es obvio, pues la ciencia es ensayo y error, continuo. El error se corrige con más y mejor ciencia.
      Por otra parte, las pseudociencias tienen peligros, muy obvios, y no representan ninguna mejora en nada, es una pérdida de tiempo enorme para la gente inteligente que se dedica a ellas. Sus desastres se solucionan obviamente con la ciencia.

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  3. En cuanto a al origen de la vida, ni la ciencia tiene la respuesta. Por eso la teoría de la evolución es una «teoría» no una ley, y lo sabe cualquiera que haya ido a la escuela. Si algun día un laboratorio lograra realizar los complejos procesos para «crear» una célula viva, habrían demostrado que alguien inteligente con mucha preparación y un conocimiento asombroso, puede crear vida.

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  4. Muy cierto, aunque discrepo en lo del ‘negacionismo del Holocausto’. Por un lado, es cierto que muchos de los que apuntan a los judíos como dueños de los medios de comunicación y los gobiernos, también suelen creer en teorías que hablan de reptilianos, annunakis, illuminatis y demás. Pero son minoría (bueno, hay de todos matices, como en toda ideología). Es necesario comprender que tampoco los judíos son todos blancas palomitas, y que ha habido aportes a la ciencia por parte de ‘nazis’ como el padre de la etología por ejemplo.

    Por otro lado, varios de los blogs y págs. de FB que he revisado sobre escepticismo y anti-pseudociencias critican el negacionismo del Holocausto, etiquetándolo entre teorías de la conspiración en las que no deberíamos creer, pero no se atreven a tocar el tema a fondo. Entiendo que su especialización es más de ciencia que de Historia, pero sería interesante ver un punto de vista más centrado en el Holocausto por parte de los sitios web cientificistas como este, me refiero a alguna entrada en específico dedicada al tema. Eso sí, siempre analizando el material de los autores ‘negacionistas’ como Salvador Borrego, David Duke, Joaquín Bochaca, Pedro Varela, David Irving, Ursula Haverbeck, etc., y tomando en cuenta que hay judíos buenos y malos, y dando ejemplos de cada ambos, porque no son no solo blancas palomitas de la paz.

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  5. Daniel: Tengo casi 79 años. En relación a mi, eres muy joven. Te falta mucho por vivir, por aprender mas modestia y sobre todo por leer mucho más. Las cosas no son tan simples y lineales como tú las presentas. Tú estás poseído de un escepticismo a rajatabla, eres –sin quererlo, estoy seguro– un «niégalotodo», cuando hay cosas que admiten matices, más reflexión,y conocerlas mejor antes de salir a criticarlas o denostarlas, por lo que dice Randi, o algún otro.
    La visión de Randi, como la de algún español al que le he dicho que un día va a terminar dudando de su propia sombra, es que hay que tener más curiosidad, más espíritu de exploración, más capacidad de asombro, y sobre todo, no endiosar a la ciencia, o mejor dicho, no tener de la ciencia un concepto mayor del que merece en tanto actividad humana. Yo aplico el método científico, analizo,estudio, pero…no por eso lo que digan algunos científicos es la verdad y todo lo demás pseudo o mentira.
    Yo comencé a investigar y estudiar el tema UFO cuando tenía 18 años, estimulado por el entusiasmo de algo que se investigaba oficialmente por la Fuerza Aérea de EEUU. por tanto, no era broma. A lo largo del tiempo, y por experiencia propia, personal y sí, transferible en el relato de la misma, me di cuenta que debía cambiar el uso de la sigla UFO por Fenómenos Aéreos Inusuales, porque el mito de naves extraterrestres fue creado por fuentes de inteligencia de la USAF. Al respecto he escrito el libro «OVNIs: La Agenda Secreta», hoy disponible sólo como e-book. Lo que te puedo decir es que jamás utilicé el tema para beneficio propio, para hacer negocio con el mismo o para vivir del mismo, como algunos lo hacen aún hoy. Al contrario, he dado innúmeras conferecias públicas con entrada libre. Mantengo un blog (UAPSG-GEFAI) sin demandar suscripción alguna, y el trabajo mío y de mis compañeros en Uruguay ha sido sienmbre absolutamente desinteresado, y más aún, hemos siempre criticado a quienes viven de explotar comercialmente el tema.
    De modo que tu generalización sobre los «ufólogos» es injusta. De una investigación bien realizada, se extrae que el 99% de las originales denuncias de OVNI tienen su perfecta explicación. A veces información incompleta y falta de datos, impide resolver el 0.5 al 1% restante. Pero lo esencial es que no hay extraterrestres entre nosotros. Los pseudo-ufólogos, los que hacen negocio con el tema, o los creyentes cuasi fanáticos de los ET, van a creer en esos disparates, y los van a difundir como si fuesen verdad. Eso va contra el elemental sentido común y el uso de la razón.
    Espero que todo lo dicho te quede claro, y corrijas tu posición al respecto.
    Sigue leyendo mucho, sigue estudiando. Lee diversos autores, profundiza en el campo de la mecánica cuántica o de la parapsicología. Entérate de los experimentos a nivel militar en EE.UU. respecto de esta última.
    Un cordial saludo

    Lic. Milton W. Hourcade

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