Magufos Anónimos es una serie de posts en la que varios escépticos cuentan cómo se liberaron del pensamiento oscurantista y asumieron la Ciencia y la Razón como las mejores maneras de guiar sus vidas.
La idea de Magufos Anónimos surge como propuesta para empezar a tratar las creencias irracionales (la creencia en dioses, la anticiencia y las teorías de la conspiración) como un vicio que destruye las vidas de las personas, no muy distinto de como lo hacen las drogas.
Es la recopilación de las experiencias de hombres y mujeres, que con valentía, ingenio y sobretodo mucha honestidad intelectual, han dejado sus prejuicios y sesgos cognitivos atrás que los sumergían y convertían en consumidores de conspiraciones, maguferías y creencias estúpidas, carentes de toda validéz científica y/o alejadas de la palpable realidad.
Este espacio está dedicado a ello y a servirlo de ejemplo, como aquel espejo que te permite ver en sí mismo, el reflejo de otro. Tú decides dar el siguiente paso, cuando estés listo.
Yo crecí en una familia católica y como muchos niños realicé mi primera comunión, pero durante el curso de catequesis surgieron mis primeras dudas, no por la religión en general, sino en primera instancia por el catolicismo específicamente. Consideraba que la Iglesia Católica había generado una doctrina y dogmas que no se ajustaban a lo que encontraba en la Biblia, así que después de mi primera comunión me acerque a la iglesia evangélica o protestante luterana evangelista (como se le conoce también).
Unos tíos míos eran de esa iglesia y a través de ellos comencé a conocer su doctrina, consideraba que se ajustaba de mejor forma a lo que la Biblia decía. Yo en mi búsqueda de la «Fe verdadera» (o de la Verdad, en el fondo), empecé a leer la Biblia y encontré una gran variedad de contradicciones y de ideas ilógicas o contradictorias con la ciencia, esto me llevo a estudiar mucha filosofía y ciencia sobre el tema, también investigue sobre otras religiones en busca de nuevas respuestas.
Finalmente entendí que la Biblia y otros «libros sagrados» fueron escritos por simples personas, he ahí sus múltiples fallos, incompatibles con lo que uno esperaría de la perfecta palabra de un dios infalible y coherente. Me costó un poco más de tiempo asumir que el alma no existía, aferrándome a ideas como la reencarnación para evadir el miedo a la muerte, hasta que finalmente superé ese conflicto y deje mi «deísmo débil» o «agnosticismo semi-budista» para hacerme un ateo fuerte, pero por sobre todo, un escéptico racional y científico.
MagufoBusters™ 
Yo crecí en una familia católica y como muchos niños realicé mi primera comunión, pero durante el curso de catequesis surgieron mis primeras dudas, no por la religión en general, sino en primera instancia por el catolicismo específicamente. Consideraba que la Iglesia Católica había generado una doctrina y dogmas que no se ajustaban a lo que encontraba en la Biblia, así que después de mi primera comunión me acerque a la iglesia evangélica o protestante luterana evangelista (como se le conoce también).
Unos tíos míos eran de esa iglesia y a través de ellos comencé a conocer su doctrina, consideraba que se ajustaba de mejor forma a lo que la Biblia decía. Yo en mi búsqueda de la «Fe verdadera» (o de la Verdad, en el fondo), empecé a leer la Biblia y encontré una gran variedad de contradicciones y de ideas ilógicas o contradictorias con la ciencia, esto me llevo a estudiar mucha filosofía y ciencia sobre el tema, también investigue sobre otras religiones en busca de nuevas respuestas.
Finalmente entendí que la Biblia y otros «libros sagrados» fueron escritos por simples personas, he ahí sus múltiples fallos, incompatibles con lo que uno esperaría de la perfecta palabra de un dios infalible y coherente. Me costó un poco más de tiempo asumir que el alma no existía, aferrándome a ideas como la reencarnación para evadir el miedo a la muerte, hasta que finalmente superé ese conflicto y deje mi «deísmo débil» o «agnosticismo semi-budista» para hacerme un ateo fuerte, pero por sobre todo, un escéptico racional y científico.
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