La tecnología ha comenzado a golpear duro el negocio de miles de taxistas de Los Ángeles. Por lo que ayer, unos 300 taxistas se manifestaron, circulando por más de una hora alrededor del ayuntamiento de la ciudad.
Taxis amarillos y verdes, sonaron alto sus bocinas, con el afán de llamar la atención de las autoridades para que estas tomen acción en contra de compañías de viaje compartido en las redes sociales como Lyft, Uber y Sidecar, que según ellos, les están «robando» su fuente de trabajo.
«Cada vez que vemos uno de estos autos con un bigote rosa en la defensa por las calles, es un pasajero menos, y un peligro para los usuarios», dijo William Rouse, gerente general de Los Ángeles Yellow Cab.
Se refiere a Lyft, cuyos autos llevan un bigote rosa en la defensa, y junto con ella a otras dos compañías que ofrecen un servicio similar al de un taxi, operando a través de aplicaciones por teléfono o internet, en las redes sociales como Facebook o Twitter.