No todo lo que hace «bip… bip…» es científico.


Imagina que alguien llegara a tu domicilio y te dijera que tiene un aparato maravilloso que con solo conectarlo a la pared exterior puede detectar cuántas habitaciones tienes, la altura de los techos, de qué están hechos los muebles, si las camas están destendidas, la marca de tu refrigerador, el tamaño de la mesa del comedor, los títulos de los libros que hay en tu recámara, la capacidad del tanque de gas, el grosor de las varillas de la construcción y la marca del cemento que se usó para los pisos, SIN ENTRAR JAMÁS A TU CASA.

¿Le creerías o pensarías que te están tratando de ver la cara?

La ventaja es que tú sabes lo que hay adentro de tu casa y podrías comprobar si el aparato realmente funciona, pero, ¿sabes lo que está pasando dentro de tu cuerpo? ¿Puedes decirme en este momento cuál es tu presión arterial, el nivel de glucosa en tu sangre, la condición de tu tiroides, SIN HACERTE UN ESTUDIO CLÍNICO? No, ¿verdad? No puedes saberlo.

Continuar leyendo «No todo lo que hace «bip… bip…» es científico.»

Glosario Magufoateo


Originalmente publicado en: Angelfire Sayyid

(Escrito y disfrutado hasta el hartazgo por Lalo Hidalgo y Carlos Sayyid, «términos y definiciones acuñados por diferentes amigos ateos»)

«Reírse de uno mismo es una de las mejoresterapias que existen para afrontar los problemas y conseguir que estos no nos afecten en la vida diaria». Bueno, eso dicen algunos psicólogos. Es algo así como lograr posicionarse en un lugarcito alto donde has aprendido a conocerte tan bien que sabes que cuando la cosa es broma, es solo eso, broma, y no te afecta.

Profundizando un poco más en el arte de reírse de sí mismo, vamos a ahondar en el arte de reírnos de nuestras propias pseudoideologías. ¿Por qué? Porque podemos, porque no hace daño, porque nos permite ver a través de otras ópticas que hay algo en nosotros a lo que debemos echarle un ojito para mejorarnos cuando la «embarramos» sin darnos cuenta que nuestras actitudes a veces nos hacen ser bien pesados. Continuar leyendo «Glosario Magufoateo»

Ufología: una seudociencia acerca de nada


Cazador de Farsantes: entre secretos y misterios


Yo respeto a los que creen y no tengo nada contra ellos. Los que detesto son los que no creen, y además cobran. Una cosa es prometer una cura milagrosa convencido de que existe, y otra muy distinta es hacerlo sabiendo que es una mentira”. Capítulo 13.

Aunque las que he leído me han gustado, debo admitir que las novelas policíacas o de misterio no son mi primera opción literaria. Sin embargo, cuando me sugirieron Cazador de Farsantes, y leí la premisa, me llamó bastante la atención, y decidí darme la oportunidad de echarle una ojeada. El texto me atrapó, y estoy seguro que muchos amigos escépticos lo encontrarán muy interesante.

Cazador de Farsantes

Continuar leyendo «Cazador de Farsantes: entre secretos y misterios»

El mito de Tesla


tesla

Nota original publicada en Escepticismo y Ateísmo: Proyecto Cordura

Sin duda uno de los ingenieros e inventores más destacados de los últimos siglos pero, lamentablemente, también una figura enormemente atractiva para los seguidores de las conspiraciones y las pseudociencias.

No hay hombre en la historia de la ciencia que cargue con más mitología que Testa, y actualmente no hay casi nada escrito sobre él que no este exagerado o que no trate de divinizarlo. Con el fin de reivindicar su imagen y apreciar al hombre por su gran trabajo y no por sus mitos, aclararemos algunas verdades a medias, imprecisiones y mentiras que rondan a la figura del connotado científico.

Continuar leyendo «El mito de Tesla»

Magufos Anónimos: Jonhy Nica


«Quien no conoce a fondo las magufadas, tiene el grave error de repetirlas.»

Mi nombre es Jonathan Amaya, y pase de ser el líder mas joven de mi Iglesia que predicaba miles borregos a su cargo en un culto, a convertirme hoy en un librepensador escéptico y amante de la ciencia. Eran tiempos de gran trascendencia y poca certeza que no daban cabida ni pie a un pensamiento lógico ni racional. Uno tiene que conocer a fondo la ideología, las características y el sistema del mundo cristiano para criticarlo y reprocharlo con todas sus fuerzas. No hablo que fui un cristiano promedio, sino que hablo del cristiano fanático, ese que pasaba hasta tres horas «orando» en su habitación, ese que se sofocaba cuando escuchaba música «mundana» (música no cristiana), ese que pasaba hasta un mes sin desayunar por hacer el famoso ayuno, pero sobre todo, hablo de ese personaje que daría la vida por una causa que el mismo desconocía. Hoy lo cuento con nostalgia, con enojo, con coraje, pero con una sensación de haberme liberado de una prisión que me carcomía. A mi no me da miedo decir que fui cristiano fanático desde los 12 años de edad hasta los 26 años. A mi no me da pena afirmar que si no oraba al menos dos horas al día me sentía intranquilo. A mi no me avergüenza decir que hacia obras para recoger dinero para dárselos a mi Iglesia. A mi no me da pena contar que fui absorbido, digerido y vomitado por el monstruo que hoy llamo el sistema fantasioso del cristianismo.

Continuar leyendo «Magufos Anónimos: Jonhy Nica»